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Mangas Verdes

Problemas con la encuesta del mes

Por razones que aún desconozco, el servicio de encuestas de la página se encuentra desactivado. Todo parece indicar que es un problema del proveedor, ya que también resulta imposible acceder a su web. Intentaré subsanarlo en breve. Para tranquilidad de quienes han emitido su voto, los resultados provisionales (si es que parezco la Junta Electoral Central) están a buen recaudo. Disculpas.

Mejor me callo

“Soy tan partidario de la disciplina del silencio que podría hablar horas enteras sobre ella”
(George Bernard Shaw)

Foros y debates

Foros y debates

Hablar es sano, sobre todo si no se hace solo, que dicen que es fatal. Compartir opiniones, contrastar criterios, matizar o variar consideraciones, en definitiva charlar, discutir o debatir son expresiones de una buena salud mental manifiesta. Sostienen los expertos de la psique que los extremos que se distancian de tal verdad conducen indefectiblemente a la locura. El ser privado de la comunicación, aislado en el gesto, la visión o la palabra empequeñece y se diluye en el paraje, como un elemento extraño de la naturaleza. Se vuelve casi animal, pero animal enfermo, atormentado por la contradicción entre consciencia e impotencia. Herido, perdido, desarmado. De igual forma, aquel que se arroga la exclusividad de pensamiento, quien en contacto con sus semejantes los ignora o los somete a sus consideraciones pervirtiendo o minando la esencia misma de la comunicación, ése también sufre de enajenación, de una demencia totalitaria que da lugar a la intolerancia, el fundamentalismo, la represión y la dictadura. El náufrago perdido en una isla desierta y el sátrapa que aborrece las diferencias se identifican en lo fundamental: ambos han sido desposeídos de su naturaleza humana.

Es precisamente en la consideración de ese amplio término medio que caracteriza al ser, el diálogo (el hecho comunicativo en toda su extensión), donde radica el máximo valor de la democracia, el que le da vida y al que se debe, más allá de los intereses concretos de los individuos y grupos que la conforman. Por eso, todas aquellas actitudes, iniciativas y resoluciones que faciliten y fortalezcan el intercambio de ideas, la interconexión intelectual, deben ser bienvenidas, al igual que deben ser denunciadas y repudiadas las que apunten hacia la obcecación, el fanatismo o lo que se ha venido en llamar el pensamiento único, propio de sistemas totalitarios.

En este sentido, hay que aplaudir los múltiples círculos de debate que se han puesto en marcha en el Archipiélago, desde sectores profesionales y colectivos ciudadanos, en torno a algunos de los principales problemas que afectan a las Islas, recuperando así una actividad que marcó los primeros años de democracia y que dotó a la Transición del vigor y el empuje que la caracterizaron (desde luego, no nos referimos aquí al circo de los embates electorales televisados, que ése es ya otro cantar). En este marco, hay que destacar el ciclo de conferencias que hoy inaugura el Foro Bentayga liderado por el ex presidente Román Rodríguez, un enclave de diálogo sobre las distintas visiones del Estado que cuenta con la participación de personalidades como Artur Mas, Anxo Quintana, Ramón Jáuregui y Miguel Herrero de Miñón. Rodríguez, sabedor de lo que se juega en esta legislatura, ha optado por traerse a Canarias el debate que prima ahora mismo en el ámbito nacional, antes que alejarse de su tierra para perderse por los sinuosos escaños de la carrera de San Jerónimo. Es una jugada inteligente que queda en el ámbito de la estrategia política y partidaria, pero que no resta un ápice de interés y acierto al proyecto.

Más inquietante resulta la actitud del PP en general, y de José Manuel Soria en particular, de rechazar cualquier controversia. Lo último, la incineradora de Juan Grande, enfrentándose incluso a Marco Aurelio Pérez, alcalde popular de San Bartolomé de Tirajana y partidario de un debate al respecto, con tal de mantener prietas las filas y diáfano el rumbo. Inquieta porque ya resultan demasiadas negativas al diálogo: frente marítimo, tren, salud mental... como para hablar de coincidencias. Soria debería recordar que gobierna una isla, pero no una isla desierta. Es éste un descuido que, de acentuarse, podría resultarle fatal.

Artículo publicado en El Mundo/La Gaceta de Canarias
jueves 17 de junio de 2004

Mangas Verdes te invita a abrir una cuenta de Gmail

Mangas Verdes te invita a abrir una cuenta de Gmail

Pues como he visto que se ha puesto de moda por ahí, y me parece una excelente idea y mejor servicio para los usuarios, a partir de ahora aquellos que quieran una invitación para abrir una cuenta Gmail (el correo de Google con 1 giga, 512 veces más capacidad que la de Hotmail, por ejemplo) sólo tienen que enviarme su petición a la siguiente dirección de correro: almeida@gmail.com y obtendrán la invitación de forma inmediata. De verdad que vale la pena. Un saludo.
PD: Acabo de darme cuenta de que esto de las invitaciones tiene un límite. Sólo puedo ofrecer tres más y lo haré a los tres primeros que me lo pidan. Sorry.

Yo es que ni duermo

“Estar preocupado es ser inteligente, aunque de un modo pasivo. Sólo los tontos carecen de preocupaciones”
(Goethe)

No hay gente pa tanta cama

No hay gente pa tanta cama

La crisis turística a la que parecemos irremisiblemente abocados, y que algunos continúan empeñados en minimizar, comienza a conmover los cimientos del sector a escala nacional (no es, desde luego Canarias la única afectada por la recesión). Los empresarios, instituciones y demás estamentos implicados en esta actividad que ha supuesto uno de los mayores motores de la economía española en los últimos cincuenta años comienzan a rediseñar estrategias, pergeñar soluciones y corregir prácticas y conceptos. En definitiva, comienzan a reaccionar ante un oscuro panorama que sólo el imprudente se atreve a intentar clarear con mensajes caducos, frases grandilocuentes y brindis al sol que no sólo no sirven para tranquilizar al cliente, por lo general bastante bien informado y con intereses definidos, sino que posponen la reactivación de forma indefinida, con todo el riesgo que ello comporta.

Así, mientras en Canarias se sigue apostando por la llamada a la calma, la oda al teletubbie y la promoción exterior, en el resto del Estado se cargan las pilas y se establecen planes concretos para la recuperación. Es la “cirugía integral” de la industria turística que proponían los empresarios del sector el pasado lunes en la edición digital de El País. Una reivindicación que ha encontrado eco en Exceltur y su Proyecto de Reconversión Integral de Destinos Turístico (Pridet). Un marco de actuación basado en dos aspectos clave, la competitividad y la sostenibilidad, a través del cual se pretende adecuar la oferta a las nuevas demandas del mercado. Es el único camino posible para el sostenimiento de la importante cuota de éxito que el destino español ha cosechado en los últimos años y es, desde luego, la única opción que le queda a Canarias, quizás uno de los enclaves en el que menos previsor se ha sido y que más ha sufrido los efectos de la especulación y el pelotazo en su planeamiento (por llamarlo de algún modo) urbanístico y en su medio ambiente.

Entre los parámetros que marcan la filosofía del Pridet se encuentran algunos bastantes significativos y nada ajenos al debate que se está produciendo en las Islas: diversificación del producto, fomento de la calidad integral –entendida ésta como una apuesta por la movilidad y el transporte público, por la calidad medioambiental y por la rehabilitación y revalorización del patrimonio cultural– y la modernización de empresas y servicios. Es decir una racionalización de la actividad, una humanización de sus planteamientos y objetivos, y una modernización estructural de las empresas y de las administraciones.

Se trata, desde luego, de un planteamiento sensato y coherente, un auténtico manifiesto estratégico del que deberían tomar buenas nota nuestras consejerías, patronatos y empresas. Porque, si bien la promoción exterior es necesaria, en esta coyuntura no es ni la única ni la mejor solución para lo que se nos viene encima. Es un esfuerzo carente de sentido en la medida que falla lo fundamental: el producto. Y ya nadie está por comprar humo o cemento, y menos para pasar sus vacaciones.

Innovaciones concretas y audaces como la del museo Guggenheim, encuadrado en una visión global del desarrollo urbanístico de Bilbao, han aportado al País Vasco mayores beneficios económicos y prestigio que cien filas de apartamentos sobre la playa. Aquí, mientras tanto, preferimos preocuparnos de si construimos hoteles de cinco, cuatro o tres estrellas; de si renovamos los cuasi derruidos apartamentos del Sur o de qué arquitecto va a remodelar el istmo. ¿Para qué o para quién?, ¿dentro de qué planeamiento?, ¿a qué tipo de turista nos dirigimos? ¿Camas, camas y más camas? ¿Otra vez? Ya no hay gente para tanto catre, tanta ceguera y tanta desidia.

Artículo publicado en El Mundo/La Gaceta de Canarias
miércoles 16 de junio de 2004

El mito de la invisibilidad, al alcance de la mano

El mito de la invisibilidad, al alcance de la mano

Cuando el investigador Susumu Tachi comenzó a trabajar sobre la invisibilidad a finales de la década de los setenta, probablemente no habría dado crédito si alguien le hubiese dicho que a principios de 2000 su empeño iba a convertirse en realidad. O casi. Este buen hombre ha logrado ya producir un tejido que, unido a un complejo sistema de imágenes controlado por ordenador, es capaz de reflejar lo que se encuentra al otro lado de la persona que lo lleva puesto. Vamos, casi el hombre invisible, pero algo menos. Ahora Tachi tiene centrada toda su atención en extrapolar ese invento a las paredes de las casas y lograr que prácticamente olvidemos que están ahí. Si es que la ciencia adelanta que es una barbaridad.
Lo puedes comprobar en Periodista Digital

Medicina alternativa

“Todos los males de la democracia pueden curarse con más democracia”
(Alfred Emanuel Smith)

Aviso a navegantes

Aviso a navegantes

Europa ha hablado. Bueno, la mayoría de ella ha optado por callar, que es otra forma de expresión y que, al menos en este caso, poco o nada tiene que ver con otorgar, sino más bien todo lo contrario. Cualquier demócrata en su sano juicio debería eludir en estos días el debate sobre quién ha ganado las elecciones y centrarse en el análisis y la autocrítica, es decir en qué tipo de Europa se construye y el porqué de ese rechazo generalizado, a través de ese impresionante mutis por el foro que ha sido la abstención, de casi el sesenta por ciento de la población.

Las excusas simplistas o interesadas ya no sirven ni confunde absolutamente a nadie. Decir que la deserción de las urnas se debe a la climatología, la playa, el fútbol o la acumulación en un año de tres citas electorales supone una reacción torpe ante un mensaje extremadamente grave. Quizás estos factores, especialmente el último, puedan haber tenido una parte de responsabilidad, mínima en cualquier caso, en Canarias y España, pero desde luego no bastan para explicar lo ocurrido ni son extrapolables al resto de los veinticuatro países miembros, donde la participación, lejos de elevarse ha llegado a ser realmente irrisoria.

El mensaje parece claro:_ni este modelo de construcción europea es compartido por la mayoría de los ciudadanos de la UE ni los representantes políticos han sabido conectar con la ciudadanía, ni para transmitir la importancia de lo que está en juego ni para, lo que resulta aún más grave, servir de correa de transmisión de los auténticos intereses, problemas y reivindicaciones de sus votantes (y abstencionistas), es decir de los pueblos a los que aspiran a representar. Si a esto le añadimos la inquietante merma democrática que supone la endogamia de la clase política, encerrada en sus propios parámetros, pagada de sí misma y claramente ajena al sentir popular, el cóctel resulta explosivo. El espectáculo al que ha tenido que asistir el pueblo español en las dos últimas citas electorales se asemeja más a los cánones que rigen la salvaje rutina del Serengeti que a los que debe imperar en una sociedad madura y democrática.

Es este divorcio entre política y sociedad lo que resulta realmente alarmante. Y es hacia él al que debe encaminarse el esfuerzo y el análisis de los partidos antes de valorar éxitos o fracasos particulares, que se presentan pírricos en cualquiera de los casos. Como ya expresé en mi artículo previo a la votación, estamos asistiendo, en lo que actividad pública se refiere, a la cultura del voto para hoy y hambre para mañana, es decir a la dilapidación irresponsable del sistema de libertades y de la confianza del pueblo en las reglas, el sistema y las instituciones en aras de un reparto del poder que, a la vista de los resultados en la calle, resulta vacío de contenido y de legitimidad moral.

Una lección de la que deben tomar buena nota en primer lugar los dos partidos mayoritarios, PSOE_y PP, así como el resto de las formaciones políticas y muy especialmente las de corte nacionalista, cuyo descalabro ha sido espectacular. En Canarias, Coalición Canaria ha perdido unos doscientos mil votos repartidos a partes casi iguales entre Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas, lo cual iguala por lo bajo los anteriores batacazos de ICAN.

Europa ha hablado, España ha hablado y Canarias casi más. El mensaje ha sido claro: construcción europea, puede; pero no de esta manera. Es un aviso a navegantes de ésos que ningún capitán inteligente debe soslayar. Del que debe sacar conclusiones y arbitrar medidas que ayuden a corregir el rumbo. La ruta que separa al sufragio del naufragio, sea éste local, autonómico, general, europeo o universal.

Artículo publicado en El Mundo/La Gaceta de Canarias
martes 15 de junio de 2004

Ra Ra Rasputín...

Ra Ra Rasputín...

Rusia está a la última, y si no comprueben el principal reclamo del Museo del Erotismo que acaba de abrir sus puertas en la ciudad de San Petersburgo: nada menos que la picha de Rasputín embalsamada. Los responsables del centro (una zona anexa a una clínica de urología) aseguran que es la auténtica, aunque es una pena que no quede nadie vivo para confirmarlo o desmentirlo. Pues nada, que la mejor herencia de Rasputín parece ser su pene. Aunque, visto el interés de la chica de la foto, igual si va a ser la verdadera. Si ya lo cantaba Boney M...

B.J.V., la víctima número 32

B.J.V., la víctima número 32

Fue el pasado jueves. B.J.V., una mujer colombiana de 42 años, aparecía muerta en su domicilio con marcas en el cuello. Aunque pocas dudas se tenían al respecto, la aparición del cadáver de su marido al día siguiente, y presuntamente ahorcado por iniciativa propia, acabó por confirmar todas las sospechas: B. era la víctima 32 de la violencia de género en España durante 2004.
No te pierdas el especial de El Mundo.

Diamante pulido

“El genio se compone del dos por ciento de talento y del noventa y ocho por ciento de perseverante aplicación”
(Ludwig van Beethoven)

La hora de Valerón

La hora de Valerón

El balón de la Eurocopa 2004 comienza a rodar esta misma tarde con el debut de la selección española en el campeonato, frente a Rusia, incluido en el menú del día. Los de Iñaki Sáez vuelven a enfrentarse al fantasma del bluf que ha acompañado al combinado español a lo largo de la historia de sus participaciones oficiales, un tanto menos en la competición europea, donde ha alcanzado un primer y un segundo puestos, pero claramente manifiesta en los mundiales, donde los propios errores, la mala suerte y las apreciaciones arbitrales han acabado siempre por negarle una corona que por historia y calidad sin duda merece.

En esta Eurocopa que hoy arranca, los ojos y las esperanzas de los canarios –y de una buena parte de los aficionados españoles– están centrados, amén de en el papel que realice el conjunto nacional, en la enclenque figura de Juan Carlos Valerón, el joven canterano de Arguineguín que ha logrado encandilar al mundo entero gracias a un talento sólo equiparable a los de leyendas como Pelé, Di Estéfano o Maradona. Que Valerón es hoy por hoy el jugador con más visión de juego y percepción artística del fútbol a escala nacional, europea e incluso internacional muy pocos son capaces de negarlo. Que sólo su espíritu tranquilo y afable, generoso y humilde han impedido que ese reconocimiento general se haya traducido en logros concretos, también. Y_que esa misma actitud apocada que mantiene tanto en los terrenos de la vida como en los de juego supone un freno a la realización plena de todo lo que atesora como deportista, más. Pero él es así, un pelotero con más alma de artista que de crack, más cercano a la melancolía propia de los románticos y a la modestia del sabio que a los efluvios pasajeros de la prensa del corazón, el marketing o el divismo desmesurado que caracterizan a la elite actual del fútbol.

Valerón ya no es un niño. Tiene veintiocho años y se encuentra a las puertas de una madurez que, en el caso de los futbolistas, precede de forma inmediata al retiro. En su caso, probablemente ese período se dilate algo más, pues no es la condición física precisamente el principal arma con la que cuenta. Pero, en cualquier caso, lo que todos esperamos es ver brillar a ese prodigio del balompié en todo su esplendor. Para ello, el grancanario deberá despojarse por unos días del hábito y enfundarse la casaca de guerrero, es decir añadir un poco de furia, constancia y ambición a su gran talento. Perdonen por la presunción, pero estoy convencido de que de él depende que la selección pueda por fin cambiar la historia y salir de Portugal con un título más en sus vitrinas. El combinado que dirige Sáez presenta todas las condiciones para la proeza: juventud, fuerza, calidad, pero si hay un jugador determinante en el último tercio ése es Valerón, claro está, cuando él mismo se gusta y se da cuenta.

Sé que a Juan Carlos este tipo de comentarios le resbalan. Pero también sabemos lo que es capaz de inventar sobre un rectángulo a poco que se lo proponga. Ramos de flores llama Joaquín a sus paredes. Picassos o Nerudas, diría yo. Pero, eso sí, la producción deberá ir unida al talento en ésta que es su hora. La hora de su Canto general, de su Guernica... o, por qué no, de toda su antología completa.

Artículo publicado en El Mundo/La Gaceta de Canarias
sábado 12 de junio de 2004

Casimira Martínez, y ya van 31

Casimira Martínez, y ya van 31

Con la muerte de Casimira Martínez, apuñalada el pasado jueves por su marido en su casa de Huéscar (Granada), ya son 31 las víctimas del terrorismo de género en nuestro país. Si alguien considera aún que no es preciso tomar medidas urgentes, puede que echar un vistazo a esta página de El Mundo le ayude a aclararse las ideas.

De eso puedo dar fe

“Es más fácil apoderarse del comandante en jefe de un ejército que despojar a un miserable de su libertad”
(Confucio)

Maniobras orquestales

Maniobras orquestales

Si es que no ganamos para sustos. Los canarios no nos hemos recuperado aún –ni se atisba cuándo– de la sombra que proyectan los nubarrones de la crisis sobre el turismo en particular y el conjunto de la economía en general, de las prospecciones petrolíferas, del descenso de la UD, de los datos sobre los niveles de pobreza en la región, del revés de Ramón en Eurovisión, de la euforia folclórica del Día de Canarias o de la infantil partida de escondite que se traen entre manos Fernando Fernández y Manuel Medina en torno a los debates, que si tú, que si yo, que si aquí, que si allá... espectacular. Perdón, que me pierdo. Digo que todavía andamos penando con todas esas angustias y van Marruecos y Estados Unidos y nos plantan un Apocalypse Now en medio de la marea. Indignante. De los norteamericanos se puede entender, pues el Bush se la tiene jurada a ZP desde lo de Irak, pero de Marruecos se esperaba cierto fair play tras el último viraje político del Gobierno central, y el progresivo acercamiento del Ejecutivo autónomo y la cúpula empresarial del Archipiélago. Tenía que haber truco. Y vaya si lo hay. Ayer mismo la Ser adelantaba que las maniobras, amén de marroquí-USA, son canarias, españolas y otánicas también. Es decir, del Occidente todo. Y nosotros con estos pelos. Tomen nota: España participa con varias fragatas y Gando será la base de apoyo de las aeronaves que participan en el ejercicio. Poco después, el propio Adán Martín, además de asegurar que el espacio elegido está “lejos” de las Islas (entre Agadir y Casablanca), confirmaba la presencia de varios países de la OTAN y de la participación del buque español Príncipe de Asturias. Ni que decir tiene que, a estas alturas, las protestas de Paulino Rivero ante la supuesta invasión se quedan, “a bote pronto”, en poco menos que en nada, y su iniciativa de preguntar en el Parlamento, como hizo ayer, de qué iba la cosa, bien podría habérsela ahorrado manteniendo la radio enchufada o charlando tranquilamente con su presidente y compañero de formación.

Eso sí, que no proceda poner el grito en el cielo por lo que se suponía un despliegue militar foráneo frente a nuestras costas no es obstáculo para que se le saque los colores al ministro de Defensa y a todo el Ejecutivo socialista en peso por dos aspectos de este culebrón que sí resultan especialmente graves: que el Ejecutivo canario no hubiese sido informado con la antelación oportuna; y el hecho de que las maniobras se desarrollen en una zona especialmente sensible para la región –eso de que Casablanca está lejos parece casi una ironía–, no sólo por el debate en torno a la jurisdicción de las aguas, sino también y sobre todo por el impacto que este tipo de juegos bélicos tienen para el entorno. España no sólo no debería colaborar tan alegre y secretamente en esta colosal guirrea fingida frente a las costas canarias, sino que, en cualquiera de los casos, tendría que oponerse tajantemente en nombre de los intereses de los habitantes y del medio ambiente de las Islas. Si los socialistas desconocen la especial sensibilidad de los isleños hacia el mar que nos rodea (perforaciones, masiva muerte de zifios...), bien harían en buscar asesoramiento en su organización a escala regional. Si son conscientes de las mismas, entonces, queridos míos, los canarios vamos apañados otros cuatro años más.

Así, mientras José Manuel Soria y José Miguel Pérez se tiran los trastos a la cabeza por unos milloncejos de nada para financiar las obras de la prisión y del tren –euros mágicos, por lo patentes e invisibles que por momentos resultan ser–, el pacífico y sonriente ZP va y se gasta unos dinerillos en aviones y fragatas... Desde luego, para sustos es que no ganamos.

Artículo publicado en El Mundo/La Gaceta de Canarias
viernes 11 de junio de 2004

Las gafas hechas trizas

“La peor verdad sólo cuesta un gran disgusto. La mejor mentira cuesta muchos disgustos pequeños y al final, un disgusto grande”
(Jacinto Benavente)

Irak, ¿de salida tampoco?

Irak, ¿de salida tampoco?

Llevamos más de un año, que se dice pronto, sumidos en procesos electorales y eso, quieran que no, acaba afectando de modo terrible a la psique. El lenguaje político, ya de por sí dado a la ambigüedad, la demagogia o la burda engañifa, adquiere en las campañas tintes de patetismo y esperpento, digamos que a partes iguales, en torno al cincuenta –coma más coma menos pero procure no engordar– por ciento. No podemos culpar a las europeas (las elecciones) del sinsentido que parece haberse impuesto definitivamente en la confrontación entre partidos, pues las salidas de tono y las rabietas infantiles que presiden estos comicios no son más que la consecuencia de lo que se ha venido cociendo en las citas anteriores.

Hace tiempo que las formaciones políticas han renunciado a convivir con la realidad y a mantener una entente cordiale con la verdad, delegando su relación con el electorado, que viene a ser esa parte de la ciudadanía susceptible de emitir voto, en la visión subjetiva, cuando no directamente interesada, de los hechos. Es una perversión democrática que, desde luego no aventura nada bueno. Por de pronto, nos enfrentamos ya al escepticismo generalizado de la población, lo cual debería encender las alarmas en la conciencia de cualquier demócrata que se precie. Aún más si ese demócrata milita o ejerce cargos de responsabilidad en algún partido político. Al fin y al cabo, se supone a estas organizaciones el máximo interés por mantener viva la llama de la verdad, la pluralidad y el sistema democrático, y no dinamitarlos con acciones, verbos y omisiones tan mezquinas como temerarias. Eso es voto para hoy y hambre para mañana. Todo es del color del cristal con que se mira, cierto, pero algunos políticos parecen lucir espejos en lugar de lentes, láminas que sólo reflejan su visión y que les impide ver lo que ocurre un poco más allá de sus ilustres napias.

Así tenemos que el Partido Popular, que involucró a España de forma caprichosa y escasamente democrática en el conflicto bélico de Irak, exige del PSOE no se sabe bien qué justificación por la retirada de las tropas. Si parece poco el clamor de la ciudadanía, pues vamos apañados. Los socialistas, que tampoco en esto de las ótanes y de las guerras son unos hippies (remember De entrada no, Guerra del Golfo I o los Balcanes), han obrado en esta ocasión con la mayor de las justificaciones democráticas, es decir, con el sentimiento generalizado de la población a la que se deben tanto ellos como el PP. También es cierto que prácticamente era el único camino que les quedaba para intentar un vuelco electoral, pero en este caso concreto debo admitir que el medio casi me justifica plenamente el fin.
Ahora el PP arremete contra el apoyo español a la nueva resolución de la ONU, la 1.546, que establece el futuro inmediato del ex feudo de Sadam Hussein. Arremete contra el PSOE por secundarla, pero ellos mismos la apoyan, lo que viene a decir que ambos la ven acertada.

Pues bien, esta resolución dista bastante de lo mantenido por los conservadores y, desde luego, tiene mucho más que ver con la postura socialista. Entre los puntos más destacados podemos señalar dos que se me antojan fundamentales: uno, que la explotación del petróleo pasa a manos iraquíes; y dos, que, ahora sí, el Consejo de Seguridad autoriza la presencia de una fuerza multinacional. Nada que ver, pues, con el desafine de prima voce de Bus y el coro de las Azores, despreciando a la ONU y con la vista puesta en los pozos de oro negro. Es decir, con la postura del PP.

Probablemente el PSOE ande buscando a estas alturas la forma de reconciliarse con EEUU y nos sorprenda en breve con otra de sus acostumbradas marchas atrás. Pero en lo que a las tropas respecta, de salida ya se ha visto que sí. Y de sintonía internacional, parece que mucho más. Basta unas lentes ligeramente transparentes para caer en la cuenta.

Artículo publicado en El Mundo/La Gacetea de Canarias
jueves 10 de junio de 2004

La historia interminable

“Incluso el pasado puede modificarse; los historiadores no paran de demostrarlo”
(Jean Paul Sartre)

Un club para el siglo XXI

Un club para el siglo XXI

La Unión Deportiva Las Palmas atesora el impagable mérito de haber logrado transmitir a los aficionados la firme convicción de que, por muy mal que parezcan ir las cosas, siempre podrán ir a peor. Con el descenso aún calentito en las mentes, las lenguas, las miradas y los gestos, la comidilla general en las tertulias oficiales e improvisadas no es la de ver cuál será el camino para recuperar la categoría, sino la de si el equipo será capaz de mantenerse en Segunda B o de si podrá eludir la desaparición. Finalmente el milagro, como el noventa coma noventa y nueve por ciento de ellos, no se ha producido y la realidad, terca y esclava del quehacer humano, ha impuesto su ley.

Siguiendo con la lógica del despropósito, ahora toca el turno de las responsabilidades, el tic de las culpas que ya hemos analizado en alguna ocasión. Como si el pronóstico no estuviese claro desde hacia varias temporadas o como si la señalización del culpable, sin más, pudiera cambiar el presente o reconducir el destino. Así, unos cargan sus tintas contra el Cabildo por haber cedido un club saneado a un grupo empresarial; otros dibujan la diana en las frentes que conforman Gerencia Deportiva (el susodicho grupo empresarial); muchos prefieren personalizar los errores en la gestión de este o aquel presidente; bastantes (casi todos, la verdad) coinciden en señalar a Sabino López como principal dinamitador del proyecto; otros tantos encuentran en la labor de los distintos técnicos y responsables deportivos la raíz de todos los males; y algunos incluso culpan de todo lo ocurrido a la plantilla profesional. Luego, en menor medida, están quienes censuran que las instituciones hayan dejado sola a la UD y no se hayan hecho cargo del lastre económico que arrastra.

Como vemos, hay culpas para todos los gustos y todos los colores, siempre en torno al amarillo, claro está. Como también hay reposiciones despechadas: ya lo dije yo, si hubiera seguido fulanito, esto pasa por haber prescindido de menganito, si es que no dejaron trabajar a zutanito... En fin, que una vez más se impone el corazón (más bien partío en este caso), el capricho, el interés personal o de grupos determinados, las conveniencias políticas, la irreflexión y el comadreo de patio para intentar, desde luego sin éxito, analizar las razones que han llevado a la entidad a la penosa situación en la que se encuentra y trazar las líneas estratégicas que conduzcan a su recuperación.

El problema de la Unión Deportiva Las Palmas, independientemente de los problemas coyunturales por los que pueda atravesar, es el club en sí mismo. En el modelo de club, para ser más exactos. Anclado aún en la idea romántica de asociación deportiva que rigió buena parte de los destinos del balompié español en el pasado siglo, sus responsables –públicos y privados– han sido incapaces de renovar, reestructurar y modernizar una institución que hoy día continúa rigiéndose por los mismos esquemas y con los mismos modos de aquel histórico, pero ya caduco, sistema que lideró García Panasco. Las instituciones, por liberarse de una papa caliente políticamente incorrecta, y los empresarios, anclados en la cultura de la especulación y el pelotazo, han secuestrado la evolución de un club que se enfrenta a los extraordinarios avances, en lo deportivo y en lo económico, que experimenta el fútbol a escala internacional en este despertar del siglo XXI. Las diatribas sobre si Torres era mejor que De la Rosa, García Navarro peor que Tadeo, Uribe más guapo que Rodríguez o Reggi más feo que Rubén no constituyen más que escaramuzas sesgadas que distraen de la batalla principal. La batalla por la superación de esquemas y comportamientos decimonónicos, y por hacer de la UD ese gran club-empresa moderno, eficaz y laureado que todos los canarios nos merecemos. Si es que logra permanecer.

Artículo publicado en El Mundo/La Gaceta de Canarias
miércoles 9 de junio de 2004/strong>